Desde Conexión Parques venimos siguiendo de cerca la actualidad del sector textil sumido en una crisis que parece tener muchas causas y pocas soluciones.
En este nuevo informe tratamos de retratar mediante trazos de luz y de sombra una trama de cuyos hilos dependen miles de empleos.
Si hay un sector al que esta crisis se le hace eterna es al que agrupa a las industrias dedicadas al sector textil e indumentaria que tuvo en diciembre el peor registro de su historia: 32% de utilización de la capacidad instalada.
Si bien la importación viene cayendo a causa de la volatilidad del dólar, el aumento de los controles y la caída de la demanda que se estima en un 15 por ciento, lo últimos datos del Indec indican que la producción del sector cayó en abril un 18% interanual respecto al mismo mes de 2018 y de un 27% comparado con abril de 2016.
En este sentido, un estudio del Centro de Empresas y Derechos Humanos de la Escuela de Negocios Stern, de la Universidad de Nueva York reveló que las trabajadoras textiles de Etiopía, en su mayoría mujeres de áreas rurales, ganan 26 dólares al mes mientras que los trabajadores textiles chinos ganan de media 340 dólares mensuales al igual que los de Turquía; los de Indonesia, 280; los camboyanos 182, y los de Bangladesh, 95 fabricando prendas para algunas de las marcas más conocidas del mundo, como H&M, Gap y PVH lo que demuestra la complejidad del asunto.
Esta realidad afecta particularmente a los parques industriales donde se asientan gran cantidad de empresas textiles y del calzado.
La Pampa una inversión que esperanza a los despedidos de Calzar
El gobierno pampeano busca que la empresa John Foos, la marca de zapatillas para adolescentes, que tiene intenciones de radicarse en Santa Rosa de prioridad a los empleados que fueron despedidos de Alpargatas, para lo cual realizó pruebas a casi un centenar de trabajadores.
La intención de John Foos trasladarse de la provincia de Buenos Aires y adquirir la planta ubicada en el Parque Industrial de Santa Rosa para poder acceder a los beneficios a la producción del gobierno pampeano.
Si los trabajadores de la ex Calzar -el nombre de la fábrica pampeana de Alpargatas- pasan la prueba se estima que el emprendimiento podría ponerse en marcha en seis meses con un plantel inicial de más de 100 personas.
Los despedidos tienen entre 44 y 54 años.
Catamarca y una luz al final del túnel
Por su parte, los 112 empleados que Alpargatas tenía en su planta del parque industrial catamarqueño de El Pantanillo no perderían su empleo puesto que la firma textil Fibran Sur habría adquirido la planta de producción y tomaría posesión en julio con la intención de sumar empleo y incorporar y seguir produciendo, según informaron fuentes provinciales que precisaron que a cada empleado nuevo que tome la empresa, Catamarca le subsidia la mitad del salario y, además, precisó que eximirá a la empresa de los impuestos provinciales.
Fibran Sur es una pyme con seis décadas de trayectoria y que cuenta con plantas en Quilmes y Ezeiza.
Pelopincho se ahoga en Merlo
Sonne, la empresa que fabrica las famosas piletas de lona cesanteó al 15 por ciento del personal de su planta radicada en el parque puntano de Merlo, alegando que sólo funcionan al 30% de sus capacidad por lo cual debieron despedir 38 personas para mantener a los otros 200 que aún permanecen.
Sonne está en Merlo desde 1984 donde fabrica las piletas Pelopincho y Tiburonzito, y las telas vinílicas Zonda. Desde la empresa explicaron que es la primera vez desde 2002 que deben recurrir a un plan de ajuste, mientras que antes de esta situación se mantuvo trabajando casi a tope de su capacidad instalada.
Las textiles neuquinas tejen a prepotencia de trabajo
Tres docenas de mujeres que perdieron su trabajo cuando el 31 de enero de 2017 la empresa Textil Neuquén cerró sus puertas decidieron dar pelea y constituyeron la cooperativa Traful Newen– Unión y Fuerza en mapuche- y volvieron a poner las máquinas en funcionamiento.
Con una remuneración mensual promedio de 15.000 pesos, trabajan todos los días, de 7 a 13, en un galpón ubicado del Parque Industrial, con maquinarias de Textil Neuquén, y que está al lado de su principal cliente que compra un stock de prendas fijo. El resto son particulares que se acercan con pedidos.
Si se cose, lo hacen y de allí salen desde desde mamelucos ignífugos hasta buzos de egresados.
Pese a que el mismo gobernador neuquino, Omar Gutiérrez, elogió su labor ellas piden que algunas de las muchas compras públicas que se le adjudicaban a la empresa quebrada se destinen a la cooperativa para mantener puestos de trabajo. y otras iniciativas como una ludoteca para que puedan asistir los hijos de las trabajadoras. .
Tras diez meses de negociación, las cooperativistas, representantes de la empresa y del gobierno provincial firmaron un acuerdo por el cual la administración se comprometía a adquirir la producción para abastecer la demanda de las dependencias públicas y un porcentaje de esas compras iba directamente a cancelar el crédito con el Instituto de Desarrollo Productivo local por cerca de 4 millones de pesos, que es el valor al que se tasaron los bienes que adquirieron.
Una textil menos en Trelew
Finalmente la textil Alter radicada en el Parque Industrial de Trelew, cerró sus puertas por lo cual dejó sin empleo a sus 40 operarios, la mitad de los cuales deberán .esperar hasta agosto. para percibir la mitad de sus indemnizaciones, en tanto la otra mitad optará por la vía judicial para intentar cobrar el total..
Esta diferencia se debe a que la empresa presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis, que podría habilitar a pagar el 50% del total de las indemnizaciones aunque hay quienes sostienen que como Alter tiene una tintorería en funcionamiento en Berzategui, esto les permitiría cumplir con sus obligaciones para con los 40 despedidos.
Tras este cierres, el Parque Industrial de Trelew mantiene 11 empresas entre textiles y laneras cuyos planteles no suman más de 700 trabajadores, una cifra lejana de los 6.000 que tuvo entre los 70 y 80.
Retrasos en los pagos, cumplimiento desdoblado de los haberes, inconvenientes para poder afrontar los servicios son algunos de los principales problemas que las textiles chubutenses están afrontando como, por ejemplo, Sedamil, una de las industrias insignia del parque que pagó los sueldos en tres cuotas y debe $6 millones de suministro eléctrico, una situación a la que se le suma que su grupo controlante atraviesa un concurso de acreedores.
Otra de las empresas, Soltex, hace cinco años que depende de ingenios financieros para seguir y hace seis meses optó por depositar diariamente sumas que van del los $ 1.000 a $ 1.500. a sus trabajadores. En tanto la textil Tendlarz es de las privilegiadas que si bien no muestran dificultades en materia de producción decidió adelantar parte del aguinaldo para anticiparse a cualquier crisis,.