Los datos de la macroeconomía, como el valor del dólar y la tasa de interés, no ayudan al optimismo de los empresarios del sector. Sólo el 6% piensa en tomar nuevo personal.
La industria cayó por noveno mes consecutivo, pero tuvo una mejora en enero si se la compara con el último diciembre. Desde el Gobierno se esfuerzan para asegurar que ya tocó fondo y que de ahora en más sólo queda seguir en un camino de subida.
Sin embargo, las perspectivas oficiales -compartidas por el FMI y diversas consultoras- proyectan otro año recesivo para la economía en su conjunto, con un primer semestre de caída acelerada y una segunda mitad de año con un panorama de mayor estabilidad y sólo alguna mejora puntual.
Los últimos movimientos del dólar, que supera ampliamente los $40, y con una tasa de referencia que bordea el 60%, y que en el crédito a la producción llega a 75%, generan más preocupaciones que certezas entre los empresarios.
Vemos los números oficiales que ofrece el INDEC:
En el mes de enero de 2019, el Índice de Producción Industrial Manufacturero (IPI) registró una caída interanual del 10,8%, aunque en la serie desestacionalizada tuvo una variación positiva de 4,6% respecto del mes anterior.
Entre los rubros más castigados figuraron Productos textiles 2-7,9%, Productos de caucho y plástico -12,4%, Productos minerales no metálicos -19%, Industrias metálicas básicas -15,2%, Maquinaria y equipo -42,8%, Vehículos automotores, carrocerías, remolques y autopartes -18,0%, Otros equipos de transporte -58,8% y Muebles y colchones, y otras industrias manufactureras -14,5%.
En el caso de las Pymes, según datos de CAME, cayeron por octavo mes consecutivo y cerraron el 2018 con un descenso de 2,5% y con un uso de la capacidad instalada en un pobre 58,7%. El castigo principal lo recibió nuevamente el sector de Calzado y marroquinería -20% y Productos de madera y muebles -13,7%.
Pero, además, la oficina de estadísticas muestra que los empresarios no visualizan una mejora a corto plazo.
Según señala en su relevamiento de expectativas el INDEC, el 90% de ellos creen que no habrá una mejora de la demanda en el consumo interno y tan sólo un 26% considera que aumentará las exportaciones. Además, casi el 90% señala que o no variará o disminuirán las importaciones y sólo el 9% señala que mejorará el uso de su capacidad instalada.
Finalmente, sólo el 6% de las empresas contestaron que aumentarán la dotación de personal.
Según analizan desde la UIA , el pico de caída se verá entre los meses de abril y mayo, y luego lentamente comenzará a mejorar.
Claro que esto se dará si las variables macro no se dislocan nuevamente, algo que el gobierno está hoy lejos de asegurar.