El sector automotriz sólo utiliza el 15,6% de sus maquinarias y el textil, apenas el 31,4%
La capacidad instalada en la industria llegó al peor nivel desde 2002. En el mes de enero tocó un piso de 56,2%, lo que implica que el 43,8% de las máquinas no operan.
La caída llegó a 5,4 puntos porcentuales en la medición interanual y arrastró una caída en el consumo de energía eléctrica de grandes industrias del 9,1%.
La industria automotriz fue el rubro más afectado. La parálisis alcanzó a todo el sector que trabajó con sólo un 15,7% de su potencial, retrocedió desde el 25,6% de enero de 2018 y llegó al peor nivel desde la crisis de la convertibilidad.
Le sigue, en una pendiente constante que inició en 2015, el rubro textil. Aunque se debe tener en cuenta que enero suele ser el peor mes para este tipo de producción, registró una ocupación de 31,4%, el menor en valores absolutos desde mayo del año 2002. La medición del mismo mes del año anterior había sido de 57,2%, lo que implica un retroceso de más de 25 puntos porcentuales.
Aunque, en general, todos los sectores sufrieron bajas, destacan los algunos que no fueron tan afectados por la crisis. Son tabaco (83,9%), refinación del petróleo (76,6%), metálicas básicas (71,7%) y productos químicos (68,9%).
Los otros que están por debajo del promedio fueron productos de caucho y plástico (48,4%) y la industria metalmecánica (38,4%).
Papel y cartón (67,4%), productos alimenticios y bebidas (57,5%), productos minerales no metálicos (57,1%) y edición e impresión (56,7%) también se ubicaron por sobre la media, pero en niveles sustancialmente inferiores a mediciones anteriores.
Destaca la fuerte caída en el bloque de alimentos y bebidas de cinco puntos interanuales. Esto se debe, principalmente, al desplome en la producción bebidas (gaseosas, aguas y sodas) y productos lácteos. También por la baja de la molienda de oleaginosas.