Conexión Parques entrevistó al arquitecto Santiago Bonfanti, especialista en planificación urbanística y uno de los pioneros y mayores exponentes en Parques Industriales de la Argentina. Diseñó y construyó el PI de Olavarría, colaboró en los inicios de PI de Pilar (PIP) y desarrolló el de Pilarica.
Conexión Parques: ¿Como fueron sus inicios en la construcción de parques industriales en la Argentina?
Santiago Bonfanti: En Estados Unidos, las grandes playas de maniobras de trenes quedaban muy cerca de las vías de comunicación. Entonces, los primeros Parques se hicieron utilizando esos grandes espacios, por la vinculación con el ferrocarril y las grandes autopistas.
Ese fue el concepto central que trascendió y llegó a la Argentina. Y hubo un estudio que hizo el Consejo Federal de Inversiones en la década del ´60 que empezó a pensar en desarrollar Parques Industriales.
Yo comienzo por casualidad. En el año 1966, en Olavarría, me ofrecieron hacer la documentación técnica de un PI porque la Provincia le había prestado al municipio $ 190 millones (un millón de dólares, entonces) para hacerlo y necesitaban un arquitecto.
El intendente me citó y me ofreció el trabajo. Le dije que lo que él necesitaba no era un documentista sino un gerente. ¿Te animás?, preguntó Y acepté.
Yo ya había ido al Consejo Federal de Inversiones que había hecho estudios previos para otros PI. Y así me empapé del léxico y de la temática.
Trabajé hasta 1972 en el PI de Olavarría y por ese entonces me llamaron del Parque Industrial de Pilar.T Todavía no había nada en el lugar, era un campo muy grande, de 1.000 hectáreas. Quien me contrató fue el ingeniero Meyer Oks, realmente un maestro en el tema, de esos únicos. Estuve trabajando 12 años con él, de acólito, porque realmente el genio era él.
CP: ¿Cuál fue el modelo que lo inspiró a dar estos primeros pasos?
SB: Olavarría me alertó sobre qué era un Parque Industrial. Después, por sugerencia del intendente, hicimos una reunión de PI con el Consejo Federal de Inversiones, de FIEL y otra gente que supiera del tema. Esa noche el ingeniero Oks me preguntó si sabía de un PI en Bahía, Brasil, que se llama Aratú, que él conocía por referencia de gente de Techint. Me propuso visitarlo. Y lo que vimos fue un monstruo de Parque de 20.000 hectáreas. Fue en 1971 y ya había áreas de re-forestación, áreas para viviendas. Y tuve la suerte de conocer al superintendente que venía de obtener u$s 8 millones para mejorar el puerto de Aratú, que era la salida del parque.
Hicimos un relevamiento y pudimos hacer todas las preguntas que necesitábamos para conocer los detalles de precios y otros puntos para poder comparar con lo que podíamos hacer en la Argentina.
CP: ¿Cuáles fueron los cambios más notorios desde aquellos PI a lo que sucede en la actualidad?
SB: En el nuevo código civil de 2015 aparecen agrupamientos, como los industriales, y eso es lo que está ordenando todo el funcionamiento de los Parques. En el caso de Pilar, Oks había tenido una mala experiencia porque las empresas no querían hacerse cargo del mantenimiento. Todo se iba solucionando a medida que iban apareciendo los problemas. Entonces hicimos un reglamento de copropiedad con una figura muy interesante. Se vendía un lote siempre y cuando el comprador aceptaba de regalo el 1,4 por mil de lo que compraba, que incluía los espacios comunes, de modo tal que obligaba a cada comprador a firmar un contrato de condominio. Eso permitió mantener un régimen en el que todos los propietarios colaboraran con el mantenimiento. El consorcio tiene hasta el día de hoy una asamblea. En 2015 aparece la figura de los agrupamientos, que tienen la obligación de realizar un reglamento de copropiedad, como si fuera un PH. Ese gran salto permite que de ahora en más todos los PI tengan el respaldo de mantenimiento.
CP: Luego de todos estos años, ¿qué consejo le daría a un desarrollador que quiere incursionar en este terreno, que cosa debería hacer sí o sí para que un Parque funcione?
SB: Muchas veces viene gente amiga y me cuenta que tiene un campo o un terreno y me pide mi opinión. Entonces apelo a la experiencia con Oks, que cuando él toma la decisión de desarrollar el PI se apoyó en el plan del Consejo Federal de Inversiones, que se llamó Plan Argentina 2000. Entonces compró 1.000 hectáreas y no en cualquier lugar, sino en Pilar. Sobre un gasoducto existente y el río Luján, que pasa cerca. Y la ruta 6. Si usted mira un plano del lugar puede ver el gasoducto, la ruta 6 -que es el camino de los petroleros entre Campana y La Plata- y la posibilidad de desagüe sobre el río (tratado, por supuesto). Se está en un área virtuosa.
Siempre decía Oks que tuvo que hacer la línea de fuerza motriz desde Pilar al Parque y que eso sí lo podía hacer, pero no podía hacer un gasoducto, por ejemplo. Es un tema mucho más complejo.
Entonces, plantó sus mil hectáreas sobre un gasoducto que corta por la mitad el predio y que es la calle del gasoducto.