Luego de la recuperación de 2021 y más allá del acuerdo con el FMI, la economía podría volver a estancarse en términos per cápita, advirtió el economista Jefe en la Cámara Argentina de Comercio y Servicios en la columna de opinión publicada en Arena Pública Consultores.
Matías Bolis Wilson / Arena Pública Consultores
Algunos párrafos del texto que puede leerse completo: acá https://arenapublicaconsultores.com/index.php/2022/02/14/a-la-argentina-le-falta-mucho-mas-que-el-acuerdo-con-el-fmi/
Los desequilibrios acumulados y la conflictividad creciente en el interior de la coalición gobernante —sin solución a la vista— lucen como una vulnerabilidad adicional a las amenazas externas.
La volatilidad de la política pública o la evidencia de la falta de plan (o la falta de consenso interno) podría agravar el deterioro de las expectativas de los actores económicos (empresarios y consumidores).
Es cierto que la economía argentina está acostumbrada a trabajar con desequilibrios, como la inflación, pero hay que recordar que, también, suele ajustar esos desequilibrios de manera dramática y desordenada cuando la suerte deja de acompañarla.
Hay dos datos destacados en el frente externo que afectan a nuestro país (y a los países de la región).
- el precio de la soja, que vuelve a acercarse a niveles récord. Esto permitirá, de mantenerse, compensar parcialmente la baja de la producción por la sequía que estamos atravesando;
- la inflación de Estados Unidos trepó al histórico 7,5% y podría acelerar la reversión de política monetaria de la Reserva Federal (FED) y de otros bancos centrales.
El conflicto entre Ucrania y Rusia, sumado a la incertidumbre que aún genera el contexto de pandemia, es otro de los temas calientes que podrían afectar la actividad mundial si se mantienen las tensiones por mucho tiempo o si recrudece el conflicto.
Sin margen para que el gobierno aplique política fiscal ni monetaria expansiva, el debilitamiento de la actividad o la heterogeneidad en la que puede presentarse la recuperación vuelve a poner el foco en el crecimiento de mediano y largo plazo que sufrirán, indefectiblemente, sin medidas que tengan una vista panorámica de la economía y que puedan ser aplicadas de manera coordinada en las complejas aristas que presenta.
Es posible que en los próximos dos años volvamos a ver una economía que, luego de la recuperación de 2021, vuelva a estancarse en términos per cápita.
Sin acceso al crédito externo —mucho más difícil en un escenario de suba de tasas internacionales— el camino debería ser exportar más para poder importar más o aumentar el flujo de inversión extranjera directa (IED) para poder financiar el eventual gap negativo de la balanza comercial de una manera más sana.
Recordemos que más del 85% de las importaciones de Argentina no son bienes finales y están dedicadas a producir otros bienes (entre ellos, bienes de exportación).