Leonardo Wagner, director de La Bernalesa, adelanta la participación del Parque Industrial en Somos Industria y traza una hoja de ruta sobre el parque que hoy necesita la industria del mañana
Conexión Parques: ¿Cuál es su visión acerca de lo que se espera de la industria y de los Parques Industriales tras las PASO -elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias- 2019?
Leonardo Wagner: No puedo estar ajeno a la situación de desconcierto generalizado y aunque soy una persona ‘grande’, que vivió muchas situaciones parecidas, soy optimista. Creo que vamos a salir y a ir encontrando el rumbo, que esto es transitorio.
Quienes me conocen saben que estoy convencido de que los Parques Industriales son la única forma de agrupamiento industrial posible y creo que cuando esto se tranquilice se retomará la senda de recuperación del valor y la inversión de los agrupamientos industriales, logísticos y productivos en general.
CP: ¿Cuál es la expectativa que tienen de su participación en Somos Industria, que tendrá lugar el 3 y 4 de septiembre en Costa Salguero?
LW: Nosotros acompañamos desde un inicio esta reunión porque siempre consideramos bueno el agrupamiento de todos los Parques Industriales en un ámbito que pueda generar negocios y que contribuya a la consolidación jurídica y comercial de estas iniciativas.
Las exposiciones de Parques Industriales, como EPIBA, han crecido de manera geométrica y este fortalecimiento del evento con la incorporación de las uniones industriales de Argentina y de la provincia es algo que anuncia que será un encuentro muy positivo, un formato muy potente con una transversalidad que se da en muy pocos eventos.
CP: ¿Qué expectativa genera la realización del congreso industrial en el ámbito de Somos Industria?
LW: Creo que va a ser una comunión que favorecerá oportunidades de negocios. Como promotor del concepto de ‘industria legal, segura y dentro de los Parques Industriales’ voy a transferir todos mis conocimientos adquiridos a lo largo del tiempo en esta materia a todas las Pymes, muchas de las cuales aún ven el concepto de Parque Industrial como algo ‘lejano’ pero que, sin embargo, a lo largo de su evolución van consolidando la idea de que deben desarrollarse en forma sólida y sustentable. Es decir, generar su actividad en el marco de un perímetro que la contenga y le genere sinergia.
Hoy, los empresarios ya tienen en su radar que el futuro de su organización industrial -por más que sea pequeña- debe estar en el marco de un Parque Industrial.
CP: ¿Cuáles son las inquietudes que les transmiten los empresarios cuando consultan para radicarse en un Parque Industrial?
LW: Hay inquietudes que se repiten en cada consulta. Algunas son netamente de impacto económico financiero en las que cuando les explicamos que -más allá de coyunturas como la actual en la que prima el desconcierto- existen muchas líneas de crédito que no sólo financian la compra, sino que financian, también, la mudanza y eso constituye una verdadera facilidad.
Después hay preguntas que surgen en relación al desconocimiento de trabajar en un ecosistema novedoso y tiene que ver con cómo es la vida en un Parque en tanto este funciona como una suerte de consorcio que tiene normas que deben cumplirse en materia de seguridad, del tratamiento de residuos o de cómo se usa el salón de usos múltiples, en síntesis: adoptar pautas de comportamiento que potencien a la industria que se radica en un parque.
CP: Esas normas es importante plantearlas durante la instancia de desarrollo porque sino después se suele complicar a la hora de tratar de adoptar este tipo de acciones…
LW: En los Parques Industriales que intervengo tratamos, junto con un equipo interdisciplinario con mucha experiencia en desarrollo de clubes de campo, countries, parques, de consolidar un plan maestro que debe ser aprobado por el desarrollador y ponerse en práctica.
A partir de la seguridad de la experiencia aportada por el equipo que trabaje en ese plan, eso se consolida en un reglamento para su ejecución. No hay espacio para la improvisación porque las cosas improvisadas cuestan más.
CP: ¿Cuáles son las nuevas necesidades y exigencias en materia de servicios que se les piden a los Parques Industriales?
LW: Hoy en día -y hablando de la provincia de Buenos Aires que es donde tengo mayor conocimiento- hay una normativa medioambiental muy fuerte a partir de la cual se puede crecer según la idiosincracia del desarrollador, de los propietarios o de la gente del lugar.
De base, es necesario tener una planificación del tipo de industria a la que se quiere convocar para que se radique, una red de prevención de incendios con capacidad de abastecimiento, disposición de residuos, de seguridad ambiental, vigilancia…
En cuanto a servicios, por ejemplo el SUM (salón de usos múltiples) hoy es fundamental porque genera una dinámica que permite explotar una serie de servicios que ya no es necesario tener ‘hundidos’ en la actividad de cada empresa y eso baja los costos.
Hoy, servicios como transmisión de datos, salas de recepción para armar una conferencia, una reunión, una capacitación o un agasajo son indispensables.
CP: Ustedes en La Bernalesa tienen un acuerdo con la Universidad Nacional de Quilmes (UNQui) para la formación profesional…
LW: La Bernalesa es un emprendimiento muy especial porque es un ícono previo a la ciudad. Primero existió La Bernalesa y luego Bernal. Hoy es un emprendimiento de refuncionalización de espacios industriales que estaban en desuso y que se transformaron para ponerlos en valor lo que generó un efecto icónico basado en que cualquier habitante de Bernal tuvo relación con alguien que conoció La Bernalesa en funcionamiento. Ese interés cultural despertó la inquietud de la universidad de Quilmes con la que construimos un acuerdo que hoy funciona como un puente con nuestros vecinos porque entendemos que la capacitación es un pilar fundamental para una cultura industrial.
CP: ¿Se puede pensar hoy un Parque Industrial sin espacios de coworking, incubación de empresas o sin relación con las universidades de su entorno?
LW: La UNQui tiene acuerdos internacionales para la incubación de empresas de tecnología que los llevará a cabo en La Bernalesa. Es que nosotros sabemos qué pasa hoy, pero no tenemos idea de qué pasará en una década, Sabemos que desaparecerán la mitad de las funciones y que se trabajará de otra manera, pero no qué tipos de funciones vendrán o de cómo se trabajará. Por eso, es indispensable que hoy el industrial tenga claro que esta revolución no llegará en medio siglo, sino en diez o en cinco.
Suscribimos este acuerdo con la UNQui, para aggiornarnos y para saber qué tipo de trabajadores necesitaremos. Este es un tema del que no se habla mucho, especialmente porque estas crisis sacan de foco las cosas importantes.
Por eso, en el Parque Industrial trabajamos para no distraer un minuto del tiempo de los empresarios en temas de gestión diaria sino que buscamos darles soluciones y servicios: ése es el valor que construye un Parque y que apuntala la actividad industrial. Nuestra misión es darle sustentabilidad al trabajo de los empresarios.
CP: ¿Cómo están hoy las industrias radicadas en La Bernalesa?
LW: Participo activamente en reuniones con el Ministerio de Producción bonaerense, de la Unión Industrial de Quilmes, del Parque. Diría que la situación es dura y que no hay buen ánimo porque es difícil despertarse todos los días y pensar en que hay mucha gente que depende el trabajo que generamos.
Sin embargo, los industriales tenemos una capacidad asombrosa de resiliencia y confío en que esta situación se va a revertir y que cuando se aclare y decante la turbulencia el lodo quedará abajo y el agua cristalina, arriba y sobre eso hay que construir, no hay que aforarse en el lodo.
Tenemos que prepararnos para lo que viene y trabajamos que sea bueno.