Las condiciones del recurso hídrico, las características de suelo y su morfología, el medio biótico, el clima y las condiciones socioeconómicas del lugar influyen entre otras cuestiones necesarias a tener en cuenta.
Más allá de las cuestiones logísticas, de oportunidad económica o urbanística, no cualquier terreno es apto para la instalación de un Parque Industrial, ni cualquier ambiente se presta para su desarrollo. Por eso, los estados municipales y provinciales tienen pautas muy estrictas para cumplir a la hora de pensar en la conformación de uno.
Además, los estándares actuales elevan cada vez más la vara tanto por cuestiones de regulación como por la conciencia social que aumenta respecto de la sustentabilidad medioambiental de cualquier obra.
Para ello, se requiere de profesionales que puedan trabajar junto a los desarrolladores y empresas a la hora de considerar estas temáticas.
Conexión Parques consultó a una empresa especializada en el tema.
Los geólogos Federico Speziale y Juan Cruz Palma, junto al licenciado en Comunicación Social, Martín Palma, socios de la empresa Geología y Ambiente, hablaron de los elementos del suelo a tener en cuenta a la hora de pensar en un Parque Industrial.
“Es importante considerar las condiciones del recurso hídrico (superficial y subterráneo), las características de suelo y su morfología, el medio biótico (flora y fauna), el clima y las condiciones socioeconómicas del lugar”, señalan y apuntan que esto debe hacerse en el marco “del ordenamiento territorial y las ordenanzas de zonificación de cada municipio, las vías de comunicación y la distancia con respecto a los sectores poblados y centros de consumo y los servicios con los que cuenta el predio, como electricidad, gas, agua, cloacas, además de la aptitud hidráulica del predio y la cuenca para evitar riesgo de inundación”.
Los especialistas plantean que en las obras que trabajaron, fundamentalmente en los PI de América en el Partido de Rivadavia, Villegas, Pellegrini, Flandria y La Plata encontraron los sitios bastante ordenados, sin grandes inconvenientes, aunque reconocen que uno de los principales problemas que enfrentan este tipo de predios, sobre todo en la Provincia de Buenos Aires es la contaminación de las napas de agua subterránea.
Cuando el suelo está contaminado es “fácil circunscribir el problema a una zona, controlarlo”, el problema es si esa contaminación llega al agua “porque puede expandirse fácilmente”, aseguran.
Por eso recomiendan el control continuo para evitarlo con indicadores que puedan monitorearse en el tiempo. “Esto es vital a la hora de saber cuán sostenible es el proyecto y además es el mejor argumento para protegerse de remedios ambientales y saneamientos que son excesivamente costosos”, señalan.
En la Argentina, por suerte, existe legislación tanto nacional como provincial y municipal para determinar el impacto ambiental de cada parque industrial. “Se controla y regula con monitoreos establecidos por la autoridad de aplicación, con permisos o certificados”, cuentan.
No cumplir con estos controles, o no planificar correctamente trae costos adicionales a las empresas. “La poca planificación a la hora de poner en funcionamiento el PI puede derivar en que haya problemas en la entrega de insumos, multas por parte de los organismos de control, falta de inversión, y mal funcionamiento en general del Parque”, advierten.
Geología y Ambiente es una empresa con base en la ciudad de La Plata y en Pellegrini (Buenos Aires) que cuenta con un equipo interdisciplinario que incluye ingenieros, agrónomos y biólogos entre otros y brinda servicios geológicos y ambientales. Entre ellos, estudios de impacto ambiental, sitios contaminados, geología e hidrogeología, valorización de residuos pecuarios e industriales para uso agronómico, generación de biogás, compost y otros procesos, protección catódica y servicios para expendedores de combustible y gestión de trámites, asesoramiento y educación ambiental.