Silicon Valley no existe. No figura en ningún mapa y no tiene gobierno o fronteras que la delimiten. Sucede que no es exactamente un Estado o municipio o región geográfica, sino que es sólo la denominación que públicamente se le da a la zona sur de la llamada Área de la Bahía de San Francisco, en California, a partir de el tipo de industria que predomina allí.
Ocupa aproximadamente la mitad de la bahía e incluye a nueve condados (municipios), 28 ciudades y alredeDor de 50 barrios o localidades, algunas de las cuales son muy conocidas como San Francisco, aunque las más características son Palo Alto, San José y Santa Clara. No hace falta aclarar que todos estos nombres españoles se debe a que fueron ciudades fundadas cuandos este lugar pertenecía a México.
Lo que une a esta zona es la concentración de empresas de tecnología que la convierte en el polo de inversiones de esta característica más importante del mundo. Por ello mismo, es la zona que genera mayor riqueza de todo el globo también. Si fuera un país, podríamos decir que sería la segunda economía del mundo medido en PBI per cápita, después del Emirato de Qatar, con casi u$s 130.000 anual. Y aunque en los últimos años le surgieron competidores en todo el mundo, sigue siendo líder en innovación y desarrollo de alta tecnología y recibe un tercio del total de la inversión productiva de Estados Unidos. En los últimos años tocó picos de u$s 10.000 millones de inversión neta anual en empresas, aunque en la actualidad recibe entre u$s 6.000 y 8.000 millones.
Todo comenzó en la Universidad de StandFord en la zona de Palo Alto. Los profesores William Shockley y Frederick Terman decidieron que la extensión lindera a la casa de estudios era perfecta para un desarrollo inmobiliario que les permitiera a los graduados vivir en la zona y continuar sus investigaciones e invertir en las nuevas tecnologías. Dos graduados tomaron la posta: William Hewlett y David Packard. Así nació la empresa Hewlett-Packard, la primera empresa de tecnología que se estableció en la zona.
Uno de los elementos clave fue que California era sede la NASA y muchas de las bases militares de EE.UU y que las empresas tecnológicas eran las principales proveedoras de esa pujante y lucrativa industria financiada por el Estado. Fue en 1951, entonces, cuando se creó el primer Parque Industrial de la zona, el Stanford Industrial Park. Desde ese momento comenzaron a llegar y crearse las empresas de tecnología por todos conocidas. Las más importantes en la primera etapa fueron las productoras de los famosos “semiconductores” que se fabricaba con un material llamado Silicio. De allí el nombre de Valle del Silicio (Silicon Valley) que contaba con empresas como Intel, AMD y Signectis, entre otras.
Pero la avalancha de empresas se dio sobre todo en las décadas de los 70 y 80 con el desarrollo de la informática, la creación de las PC, los softwares para operarlas y la red de redes (internet). La cantidad de empresas de nivel global y reconocimiento público es extensa. Mencionamos sólo a las más destacadas que tienen como propietarios a las personas más ricas del mundo: Microsoft, Apple, Alphabet (Google), Facebook, Amazon, Netflix, Tesla, Yahoo, Sun Microsystems, Oracle, Cisco… y siguen las firmas…
Los Parques Industriales del Valle del Silicio
Sin estadísticas oficiales, nos apoyamos en los datos del sitio Global Business Park y en algunos estudios sobre el uso de la tierra en la zona. El sitio de internet menciona cerca de 350 parques industriales y empresarios para todo el Estado de California y señala que más de la mitad se ubican dentro de lo que es la Bahía de San Francisco.
Por supuesto, muchos de esos parques entran en la categoría de “tecnológicos – científicos”. E incluso existe uno, el de Stanford, que está catalogado como “parque de investigación tecnológica” (es decir, un parque industrial que tiene un objetivo puramente científico).
Lo que impresiona de Silicon Valley es que el área destinada puramente a industria, sea que hablamos de zonas industriales o de parques industriales es de 40.000 hectáreas, sino que toda la superficie habitable -residencial o industrial- no supera las 50.000 hectáreas. Es decir que sólo el 10% del territorio habitable tiene uso “no industrial”.
Esto genera dos problemas.
1-El escaso espacio para la instalación de nuevas industrias. Lo que hace subir el precio de la tierra industrial.
2- La falta de espacio para vivienda, lo que es un grave problema que aún no tiene resolución.
Esto produjo que los precios se dispararan por la nubes. Una casa promedio (no estamos hablando de las mansiones) cuesta más de u$s 1 millón y el alquiler mensual de un departamento común y corriente es de u$s 3000.
Esto provoca dos problemas a su vez. Que los empleados deben ganar mucho más dinero para vivir allí, o bien que muchas personas no puedan trabajar en el lugar porque la diferencia entre lo que ganan y lo que necesitan es muy grande. Así, los empleos de alta calificación, muy demandados en la región, están cubiertos. Pero los de baja calificación y peor pagos no lo están. Hay trabajadores que residen en zonas más accesibles y viajan hasta tres horas de ida y otras tres de vuelta para cubrir puestos vacantes.
En los últimos 20 años comenzó a cambiar su conformación social del lugar, al compás del crecimiento de la brecha salarial. En Silicon Valley viven 50 multimillonarios y 10.000 millonarios. A pesar de ello, en la región hay una desocupación promedio igual a la que existe en todo Estados Unidos, que hoy está entre las más bajas de la historia. Es una zona también de altísima inmigración y extremadamente multicultural.