El gerente de División Certificación de Sistemas de Gestión, Competencias Personales y
Sostenibilidad de IRAM, Gustavo Pontoriero, compartió la mirada institucional y técnica de la economía circular y su tratamiento desde la perspectiva de la normalización y certificación, en una reciente entrevista con Conexión Parques.
La economía circular: un modelo en evolución
Pontoriero comenzó por explicar que la economía circular no es un concepto nuevo, pero que ha cobrado renovado impulso por la necesidad global de reducir el daño ambiental generado por la economía lineal tradicional. Esta última se basa en un modelo de «extracción, producción, uso y descarte«, generando grandes volúmenes de residuos y agotamiento de recursos.
“Lo que se busca ahora es evitar que un producto salga de una fábrica y termine en un relleno sanitario en una única línea. El objetivo es que a lo largo de su vida útil pueda tener varias
reinserciones en la cadena de valor”, subrayó el referente de IRAM.
El nuevo paradigma promueve, entre otras cosas:
● El diseño de productos pensando en su reciclabilidad.
● El uso de materiales biodegradables.
● La posibilidad de reutilización y readaptación de productos.
También, destacó que esta visión está muy vinculada con mejorar la sostenibilidad del planeta, y que se relaciona directamente con el cambio climático, la reducción de residuos y el uso responsable de los recursos naturales.
La normalización ISO en economía circular
Consultado por la experta en Desarrollo Sostenible, Patricia Malnati, sobre cómo se generan las normas ISO en esta materia, el entrevistado explicó el proceso: “Cuando se detecta una necesidad, un país miembro de ISO puede presentar un proyecto. Si se aprueba, se crea un comité técnico que desarrolla la norma con consenso internacional”.
En el caso de la economía circular, las normas en desarrollo forman parte de la serie ISO 59000. En particular, la ISO 59004 define vocabulario, principios y guías de implementación.
Sin embargo, aclaró que “todavía no hay normas certificables sobre economía circular, ya que se trata de un concepto amplio y aún en desarrollo”. El objetivo actual es establecer un lenguaje común y herramientas de evaluación antes de avanzar hacia normas certificables.
¿Se puede aplicar hoy en las empresas?
Si bien aún no existen certificaciones, las normas disponibles pueden ser una herramienta poderosa para las empresas interesadas en iniciar su transición hacia modelos circulares.
“Todas las normas que hay hoy son herramientas muy interesantes para las empresas, que por más que no se certifiquen, las pueden utilizar como guía”, alentó Pontoriero. Además, informó que estas normas están disponibles para su compra en la web de IRAM, entidad representante de ISO en Argentina.
Ecoparques industriales: ¿moda o gestión real?
Otro punto abordado fue el concepto de ecoparques industriales, y cómo muchas veces este término es utilizado sin un marco normativo claro que lo respalde. “Es un tema complejo, porque depende mucho del tipo de empresas que haya dentro, la gestión de residuos, el tipo de energía que se utiliza y cómo se alinean con los principios de sostenibilidad”, comentó Pontoriero.
Si bien reconoció que existen avances y esfuerzos, planteó que sería necesario trabajar en indicadores homogéneos que permitan saber cuándo un parque puede realmente calificarse como “eco” y no solo por una cuestión de marketing.
Próximos desafíos
Finalmente, el experto fue enfático al destacar que la certificación en economía circular llegará, pero aún se está construyendo el andamiaje necesario. El rol de IRAM en este proceso es clave, como representante nacional ante ISO y como difusor de estas herramientas en el ámbito empresarial argentino. “Es un tema súper interesante que merece más desarrollo. Nos comprometemos a seguir trabajando para que las empresas y los parques industriales puedan adoptar estos conceptos con claridad y herramientas técnicas concretas”, concluyó.
Escuchá la entrevista completa:
Conexión Parques radio con la conducción de Lía Ghelfi.