Uno de los proyectos que fundamentan el crédito de 50 millones de dólares que el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) otorgará a la Provincia es la construcción de un polo tecnológico para la minería en San Antonio de los Cobres. El préstamo fue aprobado la semana pasada por la Legislatura y ahora resta que el gobernador Gustavo Sáenz firme el contrato con el organismo internacional y poner en marcha la obra en Los Andes y otra de similares características en la capital salteña, pero con otras orientaciones productivas.
El plan no es solamente la construcción de dos edificios sino que, fundamentalmente, “busca estimular y gestionar el flujo de conocimiento y tecnología entre universidades, instituciones de investigación y empresas innovadoras, mediante mecanismos de incubación y de generación centrífuga y proporciona otros servicios de valor agregado”, como consigna en los detalles del proyecto, al que accedió El Tribuno.
En el caso del polo tecnológico en San Antonio de los Cobres, estará ubicado entre la Escuela de Educación Técnica 3.173 y el Centro de Formación Profesional, frente al predio del Parque Industrial.
“La idea es generar allí un ecosistema virtuoso”, explicó a este diario la secretaria de Financiamiento y Planificación Financiera de la Provincia, Liliana Corona, quien es una de las coordinadoras de los proyectos.
“Tuvimos la oportunidad de conocer en otros países cómo surgen estos polos y hay siempre una vinculación público-privada. Entonces buscamos un lugar en donde radicar este polo, donde se pueda acceder a los servicios para capacitarse y donde puedan ir las empresas mineras a buscar esos recursos”, dijo la funcionaria, quien estimó que la construcción del polo llevará unos dos años.
Acciones para la Puna
De acuerdo a los objetivos que el BID y el Gobierno provincial se propusieron para San Antonio de los Cobres figuran una serie de acciones, entre ellas:
– Efectuar acciones de capacitación, teniendo como beneficiarios a los actores locales en el uso de la tecnología y creación de nuevas herramientas del conocimiento. De esta forma, se dispondrá de capital humano para atender a las múltiples demandas.
- Constituir un centro de gestión, producción y divulgación del conocimiento.
- Acercar la educación, la investigación y la industria para fomentar el desarrollo de soluciones locales con tecnología de punta.
- Generar nuevas formas de gestión que articulen los ámbitos públicos, privados y científicos.
- Servir de incubación de empresas de base tecnológica; radicación de empresas nacionales e internacionales; formación y capacitación en habilidades y competencias tecnológicas.
- Generar acciones de apoyo al crecimiento de las industrias incipientes, en coordinación con las áreas competentes.
- Generar las condiciones óptimas para la radicación en la provincia de empresas con alto componente de tecnología e innovación que generen empleo y apalanquen el desarrollo provincial.
- Propiciar la educación de calidad necesaria para alcanzar mejores niveles de bienestar social y de crecimiento económico.
- Propiciar el progreso social, facilitando el acceso a mejores niveles de empleo y salario.
Está planificado, además, realizar tecnicaturas relacionadas a minería y otras actividades, como así también diversos cursos universitarios. Algunos de ellos serán para anfitrión y guía turístico, robótica, instalación y mantenimiento de paneles solares, emprendedurismo, operador de maquinaria pesada, seguridad minera, electricista industrial, soldador industrial, mantenimiento de equipos mineros, gastronomía y otros.
Ese es el bosquejo de capacitaciones, pero según aclaró Corona, las mismas se definirán “de acuerdo a la demanda”, una vez que se ponga en funcionamiento el polo tecnológico. Destacó que el dictado de clases estará a cargo de profesores de la Unsa, Universidad Católica y Upateco.
Detalles del préstamo
El préstamo del BID tendrá una amortización de 23 años y medio, con un período de gracia de siete años, con una tasa SOFR (que se utiliza para las operaciones en dólares de Estados Unidos), que en la actualidad ronda el 5%, una de las más bajas del mercado.
Los fondos se desembolsarán a lo largo de seis años y será contra certificación de los avances de los proyectos. De esta manera se descartan posibles desvíos, que fue una de las preocupaciones que plantearon legisladores al momento de aprobar el crédito internacional. No querían que se repita las infructuosas experiencias de los fondos de Reparación Histórica y del Bicentenario, los cuales los salteños siguen pagando aún sin que se hayan terminado las obras que se iban a hacer con ellos.
Fuente: el tribuno