A septiembre del año pasado, Costa Rica atrajo US$2 mil 691 millones de los cuales el 51% provinieron de empresas instaladas bajo el régimen de zonas francas. En el mismo período, Guatemala atrajo US$1 mil 136 millones, menos de la mitad de lo que logró nuestro par centroamericano.
Los resultados de Costa Rica responden a una estrategia de largo plazo que, entre varios incentivos para atraer inversión, cuenta con una Ley que le permite otorgar incentivos por 8 años, frente a los 10 que ofrece Guatemala. La diferencia, es que, mientras en Guatemala los incentivos ya no se pueden extender, en Costa Rica, los incentivos se pueden prorrogar, de manera total o parcial, por otros 8 años, en función del monto de reinversión que realicen las empresas. Otro ejemplo es República Dominicana, donde los incentivos se otorgan hasta por 50 años.
“Existe otra gran diferencia para atraer inversión: Costa Rica cuenta con numerosos parques industriales, de calidad mundial. Lograron esto gracias a los incentivos que otorgan al desarrollador del parque industrial, con relación a la construcción de instalaciones y los servicios que presten a los inversionistas. Esto último, por ejemplo, los ha llevado a proveer servicios de reclutamiento, capacitación, transporte y salud a los trabajadores de las empresas”, señala Wendy Mena, líder de la mesa de atracción de inversiones en Guatemala No Se Detiene.
De acuerdo con Ignacio Basterrechea, socio de Urbop, una firma especializada en estrategia inmobiliaria, “el repago del costo de un parque industrial está entre 12 y 15 años. Para poder conseguir financiamiento se necesita respaldarlo con contratos durante la vigencia del crédito. Dado que el usuario goza de incentivos fiscales de 10 años, el monto que está dispuesto a invertir en Guatemala se reduce y por consiguiente, el plazo del contrato de arrendamiento también. Esto crea incertidumbre y dificulta la capacidad de producción de naves industriales para aprovechar la alta demanda que existe en la región.”
Tanto el gobierno que recién asume del presidente Bernardo Arévalo como los diputados de la X Legislatura, se encuentran ante el desafío de equiparar este panorama con los avances que se dan en la región.
Miguel Ángel Par, líder de mercado para Guatemala de Cushman & Wakefield AB Advisory es crítico y sentencia que los regímenes del país no son competitivos, deben modernizarse para atender lo que buscan las empresas, tener un horizonte limitado de 10 años va contra las compañías que quieren permanecer más tiempo, explicó Par al hablar de incentivos que puedan prorrogarse ante criterios como la reinversión.
¿Por dónde empezar?
Para empezar el país debe identificar los giros de negocios en los que se va a enfocar para atraer inversiones, explicó José Ignacio González, director regional de Business Intelligence de Cushman & Wakefield AB Advisory, para luego hacer una revisión de las normas y ver la actualización que se necesita, esto es mejor que abarcar todo en general y que tarde más tiempo.
En este sentido, dentro de Guatemala No Se Detiene y con el respaldo de estudios de McKinsey Global Institute, NASSCOM y Gartner, ya se ha delineado que el sector farmacéutico, aparatos médicos, manufactura de aparatos electrónicos o EMS, y BPO ITO GBS son las apuestas que el país debe perseguir y, por ende, alinear a estos la oferta de parques industriales. Otras oportunidades identificadas son: agroindustria y manufactura liviana, como juguetes.
Además de incentivos fiscales, Alejandro Guillén, gerente de negocio de Synergy Industrial Park, señaló que, en algunos países en el desarrollo de parques industriales de innovación, el Gobierno proporciona el terreno urbanizado, lo cual abarata y acelera el proceso de construcción de parques industriales. A cambio, el cliente asume el compromiso del plazo para iniciar la operación y la cantidad de empleos a generar.
¿Qué más interesa a los inversionistas?
Si bien, el país encara una gran oportunidad, la incertidumbre política y tener que lidiar durante varios meses para obtener los permisos necesarios para instalarse, ponen cuesta arriba atender la demanda de los inversionistas interesados en instalarse en el país, indicó Bastarechea.
En el actual contexto, lo que buscan las empresas es mejorar el manejo de sus cadenas productivas, estabilidad social y política de largo plazo, menores costos y sobre todo talento humano capacitado, comentó González. Los parques industriales pueden ayudar al manejo de cadenas de suministros, a reducir costos de producción y a encontrar y capacitar talento humano.
“Países competidores también ofrecen incentivos no fiscales para ser más efectivos en atraer empresas sofisticadas. Estos incluyen apoyos para pagos de salarios de trabajadores nuevos que requieren recibir entrenamiento para entrar a nuevas industrias. También la simplificación y digitalización de los trámites para iniciar operaciones, que abarca desde la inscripción de la empresa y la normativa para que extranjeros abran cuentas bancarias, hasta los trámites para obtener las licencias de construcción en las municipalidades. Adicionalmente, se facilitan las condiciones para acceso a financiamiento e incluso se otorgan subvenciones para cubrir la construcción de fábricas y maquinaría en industrias estratégicas”, señala Wendy Mena.
González agregó que Centroamérica y el Caribe se han posicionado de forma positiva por los incentivos fiscales, la cercanía con el mercado estadounidense y el valor agregado que cada país tiene —Costa Rica, para empresas de alto valor generado en áreas como ciencias de la vida y dispositivos médicos, y Guatemala, en maquila, productos agroalimentarios y autopartes. En ese sentido, si Guatemala busca avanzar hacia el tipo de industrias que atrae Costa Rica, se requiere hacer estrategias para que nuestro talento humano cuente con las habilidades requeridas, empezando desde secundaria. Aquí el rol del Ministerio de Educación y de Intecap es vital.
¿Cómo están respondiendo los parques industriales para atraer inversión?
Las empresas transnacionales buscan sofisticación en la oferta y la atención adecuado a sus requerimientos específicos. Esto representa un reto pues Guatemala se ha orientado a las ofibodegas que tienen estándares de altura menores a los 10 metros, lo que se queda corto para las empresas de capacidad global, señaló Par.
Se tienen bodegas individuales que no forman parte de un parque y hay complejos pequeños, mientras que los parques industriales son relativamente recientes en Guatemala, apuntó González al advertir de que los desarrolladores instalan los proyectos en terrenos que tienen disponibles, y que no siempre son las mejores ubicaciones. “Lo que ha faltado es buscar la tierra donde va la demanda”, indicó.
Guatemala necesita construir más parques industriales y ponerse en el mapa de las inversiones, afirmó Basterrechea, al poner la apuesta en la urbanización del país para generar empleos de calidad en todos los departamentos. Entre los parques industriales y complejos de bodegas se encuentran Michatoya Pacifico, Puerta del Istmo, Zona Libre Quetzal, CAES, Las Tunas y Distripark. Según el experto de Urbop, están en proceso de aprobación 16 ZDEEP. Esto se suma a 4 ZDEEP y 7 zonas francas en operación.
Par agregó que “uno de los hallazgos que hemos encontrado es que, Guatemala, por el tamaño del mercado interno tiene mucho potencial, sin embargo, tiene camino que recorrer en la sofisticación de la oferta y el tipo de inventario que ofrece”.
Guatemala pudo haber atraído más inversión en los últimos años, pero no contaba con parques industriales listos para recibir a las empresas. Los expertos de Cushman & Wakefield AB Advisory comentaron que las tendencias internacionales son el desarrollo especulativo de parques industriales basado en estándares de tamaños de andenes, parqueos, y el build to suit (BTS) o bajo demanda, enfocado en requisitos específicos, como el caso de las compañías de los dispositivos médicos que hay en Costa Rica.
El país debe planificar desarrollos y un plan maestro que responda al tipo de inversión de empresas que busca atraer, lo ideal es contar con la capacidad de proveer ambas opciones, principalmente porque hay empresas que deciden no invertir porque necesitan las instalaciones en uno o dos trimestres y un BTS tarda entre 18 y 24 meses en estar listo, eso influye en que se escapen las oportunidades, indicaron los expertos.
Guatemala puede voltear a ver a la región, la cual avanza hacia propuestas integrales con proyectos que incluyen zona comercial, servicios financieros, hoteles, estacionamientos públicos y privados, renta de autos, loft ejecutivos, instalaciones deportivas y servicios médicos.
Es el caso del corredor el corredor industrial Valle de Naco (Honduras), un parque industrial ecoeficiente, con telecomunicaciones avanzadas, ubicado en una zona de libre comercio y con infraestructura personalizada, así se describe el Green Valley, mientras que el TMEX Park, en el Estado de México, ofrecerá más de tres millones de metros cuadrados para instalar naves industriales, empresas que podrán conectar con los principales corredores logísticos multimodales y recintos fiscalizados conectados al servicio aduanero.
Hacia ese esquema apunta Synergy Industrial Park, de grupo Pantaleón y Spectrum, que entre sus incentivos busca ofrecer precios preferenciales de energía eléctrica, diésel y apoyo logístico. Guillén indicó que el parque de 500 hectáreas está concebido dentro de un plan maestro amplio en el que se desarrollará vivienda, comercio, hoteles, entretenimiento, áreas verdes, hospitales y centros educativos.
Vocación especializada
La tarea por hacer es identificar proyectos de parques industriales bajo una planificación que permita ubicarlos en áreas cercanas a los puertos y en municipios donde hay una vocación de producción específica, al mismo tiempo que se mejore la legislación para acelerar la construcción de los complejos, sugirió Mena.
Por su parte, Guillén consideró que la prioridad para incentivar la construcción de los parques debe enfocarse en la inversión para infraestructura, incluyendo puertos, aeropuertos, autopistas nuevas, puentes; y que el sector empresarial, la academia y el Gobierno realicen un trabajo conjunto que contribuyan a generar condiciones que impulsen la atracción de capital extranjero, crear carreras técnicas y universitarias para preparar a la mano de obra.
En los lugares donde se construyen los parques industriales se impulsa el desarrollo, se generan empleos para disminuir la migración ilegal y se mejoran las condiciones de vida de las comunidades, agregó Guillén.
Un paso importante, es facilitar el desarrollo de la infraestructura y crear programas de apoyo gubernamentales para agilizar los trámites para obtener una licencia de construcción y revisar los regímenes especiales bajo los que operan las zonas francas y nuevas inversiones, aseguró mena, puesto que Guatemala esta rezagada en estos aspectos frente al resto de países de la región.
Con el adecuado desarrollo de infraestructura productiva y la cercanía con México, fácilmente el país podría capturar un rebalse del 5% de la demanda no atendida por el mercado mexicano, lo que sería un boom para el nearshoring, anticipó Par.
Fuente: prensa libre