Roberto Batisttón, secretario de Desarrollo Económico de San Rafael, Mendoza, detalló la fórmula para que funcione el Parque Industrial Cuadro Nacional. Además, contó el caso de éxito de La Pulpera.
El caso de la Pulpera de San Rafael es emblemático en el logro de las sinergias entre necesidades de la comunidad, apoyo estatal, empresarios emprendedores y Parques Industriales.
Para hablar de la empresa y sobre el predio, entrevistamos en nuestro programa de radio a Roberto Batisttón, secretario de Desarrollo Económico del Municipio de San Rafael, Mendoza.
Conexión Parques: ¿Cuál es el objetivo del parque y qué empresas se puede radicar allí?
Roberto Battistón: Brindamos la infraestructura necesaria para que las empresas de la zona se relocalicen y se hagan posibles las inversiones. El parque está dividido en tres sectores: industrial, logístico y de servicios, con expectativa de crecimiento sobre los terrenos hacia el frente del predio.
En este tipo de parques hay exención de tasas municipales e impulsamos proyectos a través de la Legislatura provincial, e incluso nacional, para lograr otro tipo de exenciones impositivas.
Hoy tenemos La Pulpera funcionado y algunas metalúrgicas, además de entre 9 y 15 empresas que ya presentaron su proyecto y están iniciando sus obras edilicias.
Algo muy importante es que una ordenanza permite la instalación de la empresas a precio simbólico. Hoy los terrenos valen alrededor de $ 80 el m2, sobre lotes de 2.500 m2 y que no alcanzan los $ 200.000 de valor total.
Desde el Municipio creemos que las inversiones no tienen solo que ver con lo económico, sino con la calidad de vida que puede ofrecer a la comunidad.
Hoy estamos esperando que la economía repunte para que se reactive el parque. Tenemos la expectativa que que se vuelva a desarrollar el trabajo.
CP: ¿Hay interacción entre las empresas? ¿Cómo funciona la relación dentro del parque entre las distintas cadenas de valor?
RB: Sí, hay interacción. Este Parque Industrial se ha desarrollado en forma conjunta con la Cámara de Comercio de San Rafael, con un intercambio muy fluido entre los empresarios que están interesados en realizar un nuevo desarrollo o relocalización.
CP: ¿Cómo funciona el tema de la logística y conectividad en el parque? ¿Cómo está el proyecto de reactivación del tren San Martín?
RB: Todos los días libramos una batalla en el tema de la conectividad, como en el tema de los vuelos que llegan ya que somos una una ciudad muy rica en turismo.
Para nosotros el tema del ferrocarril representó un gran retraso, la proyección que estaba pensada para hoy sería un salvoconducto importante, pero el deterioro que ha habido en los ferrocarriles fue muy importante en todo el país.
Pero hay alternativas, promovemos el paso de las Leñas, que nos conecta con Chile, y que es el lugar más bajo de toda la cordillera de Los Andes a 2200 metros de altura.
CP: La Pulpera es el caso emblemático del Parque. ¿A qué se dedica concretamente la empresa y cómo fue el proceso de radicación?
RB: El nombre pareciera que responde a un viejo tango, la pulpera de Santa Lucía. En realidad, es una planta concentradora de pulpa de frutas. La hicimos porque siempre que teníamos excedentes de frutas nuestro productor sufría la rebaja de los precios.
Cuando ocurre que hay sobreoferta el precio se deteriora, entonces pensamos que podía haber una herramienta promovida desde el Estado que tomara esa oferta y mejorara la situación de los productores en lo que respecta a precios.
La Pulpera fue concebida bajo ese objetivo. Cuando pensamos en que tenía que tener una localización, lo primero que quisimos es que fuera a nuestro Parque Industrial. No podíamos no hacerlo así.
CP: ¿La pulpera es una inversión que hizo el Estado?
RB: Sí, el Estado municipal con el otorgamiento de un subsidio al municipio de parte de el Ministerio de Agroindustria, en tiempos del anterior gobierno, que estaba destinado a productores asociados o a cooperativas. Por supuesto que el Municipio hizo una gran inversión de su presupuesto. Trabajamos en el Parque Industrial a partir de un terreno llano y montamos absolutamente todo. La planta hoy cuenta con una capacidad de trabajo de operación de 160.000 kilogramos al día, eso implica 8.000 kilos de frutas cada hora para que pueda ser conservada a través de concentración, es decir: quitarle agua a la fruta para que el producto se concentre y conserve envasadas asépticamente en tambores de 240 a 250 kg. Justamente estos días estamos promoviendo una bolsa de 2 kilos que estamos exportando ya a Ecuador, Brasil y comercializando internamente. Somos proveedores de muchas industrias respecto de jugos de frutas.