Los 140 empleos genuinos, antes planes sociales, generados por parte de una fábrica textil y de indumentaria de Villa Lugano se gestaron en una trastienda que refleja un encuentro virtuoso entre actores de la sociedad junto a los sectores público-privados. La visita del presidente Alberto Fernández y de ministros de su gabinete elevó el perfil del caso aunque vale conocer el detrás de escena.
Para ello, en el regreso del programa radial Conexión Parques por EcoMedios, este medio entrevistó a un periodista preocupado por el presente y el futuro de los empleos, Mariano Obarrio, columnista en Radio del Plata, A24, FM Cultura.
“Detrás estaba la acción de muchas ONG trabajando en conjunto con el recientemente formado Movimiento por los Valores de la Argentina, como la Red NAP, que está en pleno crecimiento, y que vincula oferta con demanda de empleos”, le dijo Obarrio a la conductora, Lía Ghelfi y equipo.
Este movimiento se encarga de unir oferta y demanda laborales, a fin de que aquellos empresarios que necesitan una cantidad de trabajadores con perfiles actitudinales, disciplinados, de contracción al trabajo y no los encuentran, “nos llama y por nuestra parte encontramos fundaciones que puedan aportar candidatos, de modo que podemos hacer un nexo. De hecho, es lo que estamos haciendo”, enfatizó.
Afirmó en ese sentido que “muchos de ellos cobran planes sociales, están en la pobreza (hay un 45% de pobres, 10% de indigentes, y por ello habría que lograr que esta franja de ciudadanos argentinos retornen a la cultura del trabajo a través de un plan que recupere en todas sus facetas del ser humano: actitudinal, cultural, técnico, físico, sanitario”.
Resaltó que “el plan tiene que estar orientado a las demandas de competencias laborales de los trabajos del futuro. Sabemos que las empresas ya las tienen, tienen nuevos oficios, hay nuevas actividades para desarrollar en la Argentina, hay que identificarlas”.
Es en este punto donde convergen la política y la actividad civil, que tienen que discutir una nueva agenda justamente de identificación de competencias laborales, de acuerdo a los nuevos desarrollos productivos, y también en cuanto al cambio climático, los nuevos desafíos del medio ambiente.
Pone como ejemplo los incendios de Corrientes, que “nos plantean nuevos desafíos de competencias laborales que tenemos que empezar a estudiar, identificar y planificar, y a partir de ahí comenzar a capacitar a nuestros jóvenes”.
Producción y empleo
El ex acreditado por La Nación en la sala de periodistas de Casa Rosada es uno de los impulsores del movimiento constituido hace un año y medio para promover el desarrollo productivo vinculado a la cultura del trabajo, que se conjuga con “un gran plan de capacitación laboral y en la cultura del trabajo que sea actitudinal y técnica, destinado a 20 millones de personas que, lamentablemente, quedaron excluidas de todo esto en nuestro país”, explicó en el programa radial Conexión Parques.
En ese pool de organizaciones sociales, que desde distintos ángulos se aplican a reconstruir la cultura del trabajo, militan activamente fundaciones como Forge, Pescar, Reciduca, Espartanos, la Franciscana, entre otras.
“A todas les ofrecimos, por ejemplo, que nos manden sus postulantes; jóvenes que están aprendiendo nociones de la cultura del trabajo, habilidades blandas, actitudinales para cubrir cualquier puesto que surgiera en Textil Con, que fabrica un millón de prendas por año a marcas como Mimo, Grisino, Cristóbal Colón, Cheeky, Topper y muchas otras, y resulta que requirió 140 trabajadores nuevos”, sostuvo Obarrio.
Continuó diciendo: “Empezaron una capacitación en la empresa. Se les dio el diploma a 19 chicos que van a empezar a trabajar formalmente en la empresa con salarios de convenio. Y como el Gobierno financió una parte de la remuneración, los ministros de Trabajo, de la Producción y de Desarrollo Social estuvieron presentes en la inauguración de los cursos. Finalmente, el Presidente fue a entregar los diplomas de ´Oficial Costurero/a´ a los 18 empleados que se incorporaron a través del Programa Nacional de Inclusión Socioproductiva y Desarrollo Local “Potenciar Trabajo“.
Si bien muchos de ellos ya venían de fundaciones de la sociedad civil, el periodista aclaró que era muy positivo que el Presidente y los ministros se involucraran, “porque es una agenda que tiene que ser de todos, ya que todos tenemos parte de la solución y una parte que aportar: la sociedad civil con sus fundaciones, con sus iniciativas, el privado con la idea de expandir su producción y dar trabajo, el gobierno fomentando a través de planes de financiamiento. Creo que son tres patas muy fuertes para arrancar con una idea”.
El CEO de la Textil Com, Carlos Villariño, anticipó en otros medios que a la planta actual sumarán “tres nuevas en el municipio de Lanús y las provincias de La Rioja y Catamarca”, y argumentó: “La industria es el motor del desarrollo de la Argentina, somos muchos habitantes y sin industria este país es inviable”.
Obarrio comentó que también los había llamado otra empresa textil para pedirles trabajadores: Confecciones Contartese SRL, que queda en Lomas del Mirador, La Matanza, donde fabrican los uniformes para la policía y fuerzas armadas.
Reflexionó, en tal sentido, que “podrán venir muchos gobiernos buenísimos que le den impulso a las empresas, pero si no encuentran capital humano para incorporar a su planta, no podrán desarrollar sus inversiones, y la gente tampoco va a poder acceder a un trabajo”.
Albores
Contó Obarrio que habían iniciado el Movimiento por los Valores de la Argentina junto con Martín Erramuspe, “abogado y emprendedor, muy bien relacionado, lo mismo que Enrique Morad, otro abogado que siempre está en la buenas causas; además Juan Brachi, Ignacio Bracht, y otros que se van sumando, como Luis Giménez Zapiola, que viene del sector privado”.
En este último tiempo “han adherido a esta formulación, escrita y subida a las redes sociales, presidentes de cámaras empresariales, y luego de esta comunicación se asomó gente de la política, de la vida social, como Esteban Bullrich, el senador, que está pasando por una situación muy difícil y me escribió, a quien se sumaron Rogelio Frigerio, Margarita Barrientos y hasta me llamó sorpresivamente Miguel Pichetto para apoyar esta iniciativa”. Invité a toda la gente del gobierno, pero hasta ahora no obtuve respuestas”.
Este movimiento es para cualquier tipo de corriente partidaria, ideológica, porque fundamentalmente pertenece a la sociedad civil, resaltó.
Reflexionó que faltan los valores del compromiso laboral por parte de muchos jóvenes, del presentismo, de la continuidad, la perseverancia, puntualidad, trabajo en equipo, la competencia. Y es porque hemos vivido una crisis cultural y de educación en los últimos 30 años en Argentina, que dejó afuera del nivel secundario a un gran porcentaje de jóvenes. E inclusive aquellos que han permanecido en el nivel secundario tuvieron un relajamiento de las normas de disciplina, de aprendizaje, que repercute a la hora de conseguir trabajo.
Finalmente informó que “también estamos desarrollando un zoom con muchos actores de la sociedad civil y de la universidad, para intentar el desarrollo de un plan de educación actitudinal, que sea más masivo, que sea de más alcance, que lo que hoy hacen las ONG: un gran esfuerzo pero en escala con el que no llegan a cubrir”.