La seguridad física en un Parque Industrial incide 70/80% en el costo promedio de las expensas, había estimado el experto en real estate industrial, Alejandro Winokur, en el capítulo inicial de la serie del Informe de mayo sobre Seguridad.
Ya antes de la pandemia, fuentes de CAESI (la cámara que agrupa a las empresas de seguridad privada) calculaban que de cada 10 pesos destinados a seguridad 8 eran para pagar la mano de obra física encargada de ejecutarla, es decir, el 60% .
Las inversiones básicas en tecnología (como en las distintas cámaras en la entrada y perímetros que convergen en una plataforma de control de acceso, más la informática para monitorearlas) recién empezaban a despuntar por entonces.
Sin embargo, ante el alrededor del 60% de los gastos comunes del Parque que ocuparían los vigiladores de carne y hueso (que se atribuye en gran parte a las constantes actualizaciones de los convenios colectivos), el espacio que le queda a la tecnología aplicada a la seguridad habría que bucearlo entre el 40% restante del costo.
Esta relativamente baja participación de las inversiones en tecnología en la estructura de la expensa explicaría una de las razones por las que en muy pocos de los 285 Parques Industriales censados por el Ministerio de Desarrollo Productivo en 2020, que alojan a 6400 Pymes, se dispone de este equipamiento.
Siendo que, inclusive, en casi la mitad de los casos (47%) tampoco les llegan alguno de los servicios básicos, como o la electricidad, o el gas o el agua.
Hay muchos, como el del Parque Industrial Tortuguitas, que no está cercado ni tiene vigilancia extra, salvo dos garitas policiales, como menciona Jorge Fernández, de la empresa Steel Plastic, a Conexión Parques.
“La seguridad que tenemos en la empresa se mueve a través de cámaras, que controlan tanto la parte diurna como la nocturna, para la que contamos con una buena iluminación. Desde el tiempo que llevamos trabajando dentro de este Parque Industrial no tuvimos ningún tipo de problema”, resume.
Es una muestra cabal de que, salvo en un puñado de agrupamientos, ante una pregunta que le hicimos sobre qué tecnología, en aspectos de la seguridad los Parques desarrollados o en desarrollo, están utilizando en la prevención industrial, física, ambiental, la sincera y contundente respuesta que dio Jorge Ballerini, en su carácter de titular del Parque Industrial de Chivilcoy pero también de la Federación Argentina de Parques Industriales (FAPI) fue que “ni siquiera lo tenemos en agenda”.
“La mayoría de los Parques en la provincia son público-privados. En algunos, ni siquiera podemos conseguir la fibra óptica. Tal vez está poco fomentado o quizá haya que trabajar un poco más con este tema.”, reflexionó.
Aún así, en los excepcionales casos que aplica la integración tecnológica sería “un poco más en la parte privada, donde la infraestructura y todo lo demás van de acuerdo al presupuesto que se maneja”, sostuvo.
Es lo que demuestra por qué sosteníamos al tuitear el flyer con el anuncio del informe que preparábamos sobre seguridad tecnológica que “algo no anda bien” dentro de los Parques Industriales en materia de conectividad, punto de partida para cualquier proyecto que requiera de base tecnológica.
Fue elocuente, en ese sentido, que el censo de la cartera de Producción haya arrojado como resultado que la infraestructura tecnológica no supera el 7%, y que un 75% haya declarado contar con internet.
“¿Qué pasa con el 25% restante, cómo hacen los que no tienen internet?”, fue la pregunta que hizo Alejandro Winokur en el programa radial pasado, donde se difundieron esos datos de esa encuesta oficial.
Una posibilidad sería que reciban señal pero no cuenten con fibra óptica o banda ancha suficiente para soportar instalaciones muy sofisticadas, fue la deducción de la conductora Lía Ghelfi.
También infirió que podría tratarse de Parques en desarrollo, y que en consecuencia aún no tuvieran la infraestructura instalada. O que se conectaran de modo inalámbrico a algún proveedor de la zona, al no llegarles los tendidos o tener antenas desde las ciudades más próximas.
Pero lo cierto es que, como apuntó Winokur en el piso de la emisora, hoy ninguna Pyme, por pequeña que sea, puede operar sin electricidad e internet.
Una oferta oficial en este último punto podría estar contenida en la vigencia de un programa aprobado en 2021, con el objetivo de “implementar proyectos que tengan por finalidad desplegar infraestructura de conectividad para que los establecimientos que se encuentren operando dentro de Parques Industriales públicos y mixtos, inscriptos en el RENPI, puedan tener acceso al servicio de internet”.
Es manejado desde el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) a través de un fideicomiso creado a tal efecto sobre cuya implementación quedó pendiente la voz de su vicepresidente, Gustavo López.
En el interior del país sobre todo, están muy pendientes de poder ejecutar esta posibilidad debido a las enormes distancias entre los nodos existentes, aspecto sobre el cual ARSAT posee importante injerencia federal.
Los detalles del fideicomiso se encuentran en: https://www.enacom.gob.ar/programa-de-acceso-a-conectividad-para-parques-industriales_p4880.
La nivelación territorial de las redes es elemental: hay algunos lugares a los que llega señal, pero aún andan por el 3G que ya quedó muy corto, e inclusive licúa el promedio nacional que aún con la hiperconcentración urbana recién llega 4G, a partir del cual recién puede ser soportada tecnología elemental siempre que no pretenda incursionar en sofisticaciones como Internet de las cosas (IOT), para la cual necesitaría como mínimo una 5G aún en etapa embrionaria en Argentina.
Para las normativas legales que hay sobre el cerramiento, en especial en la provincia de Buenos Aires, la seguridad física en sí misma constituye una necesidad para custodiar todo lo que sucede adentro del Parque y acotarles riesgos a las empresas radicadas.
Recién desde ese punto sería posible ponerse a pensar en modelos inteligentes.
“Actualmente, hablando del punto de vista de la tecnología disponible, se habla mucho del modelo de Parque Inteligente, y cómo a través de cámaras, sensores, lectura automática de patentes, de lectura inteligente de las imágenes de las cámaras, se brindaría el mismo servicio, y de mejor calidad aún”, aportó al Informe de Conexión Parques, Fabricio De Arriba Arévalo, experto en normativa y director de Vinculación Territorial de Red Parques Industriales.
Llegado a este punto, Winokur reflexionó que “siendo los Parques Industriales lugares de trabajo altamente poblados y concurridos, que requieren de administración o control del personal que entra y sale a diario, lo mismo con los vehículos, y también de las mercaderías y todas las actividades internas, controlar todo esto es eficientizarlos como un todo”.
¿Qué implica?
“Que hay muchas industrias radicadas, cada una diferente a la otra y se debe planificar lo general e ir a lo particular. Están las zonificaciones por categorías deben analizarse las debilidades oficinas, accesos de gente y mercaderías y peatonal: los robos y hurtos y las congestiones atraen situaciones complejas”, enumera.
Recién al ser cubierto el servicio de seguridad física reforzado con tecnología podría imaginarse el paso siguiente: que sea inteligente.
El presidente de ET, Estudios Técnicos SA, director de Programas de Protección de Infraestructuras Críticas del Instituto Universitario General Gutiérrez Mellado IUGM-UNED, Manuel Sánchez Gómez-Merelo, sintonizó el futuro al que debería apuntar la incipiente inserción de los Parques Industriales argentinos en los parámetros modernos de la seguridad:
El norte a seguir, según afirma, es Europa, donde ya llegó a la seguridad integral y se “está pasando a la global, que sería la integral más la integrada, donde convergen la física y la lógica, más la integrada a las propias actividades”, resumió este consultor internacional en el programa radial último.
Viéndolo desde la perspectiva actual del país parece un objetivo lejano para el conjunto del sector.
El gerente de Proyecto de Gesintec, Mauro Antoniazzi, vuelve al punto de partida: las telecomunicaciones, “y, a partir de eso, el cableo estructurado que permita hacer la conexión de todos estos dispositivos para que convivan y conversen entre sí, y que sean administrados bajo una única plataforma y gestionada de manera unificada”.
En principio, el modelo europeo podría empezar a pensarse a partir de la identificación en el sistema de asociación público y privada, según lo recomendado por Sánchez Gómez-Merelo, donde:
- los negocios en sí deberían quedar reservados a los particulares y que sean los que hagan las inversiones para que un Parque Industrial sea tecnológico o científico;
- la universidad se implique no sólo en la formación sino en el desarrollo de IT y, también,
- las entidades autónomas a la que corresponde el área (un ayuntamiento, un gobierno regional, hablando de España, un municipio, una provincia de Argentina) intervengan.