Por María Lía Ghelfi, fundadora y directora de Conexión Parques, para A24.
Sabemos que tenemos un contexto local complejo, por ser suave, pero si miramos qué pasa en el mundo, en muchos países, no es menos turbulento.
Aunque hay algunos, los menos, que proponen una vida más previsible y gestionable.
Podría decirse que esto es un simplificado origen de las corrientes migratorias actuales, que están generando grandes cambios socioeconómicos.
Los que viven y trabajan en malas condiciones siempre buscarán una vida más amable, digna, con justicia y oportunidad.
Rumbo económico
En 2020, según la OIM (Organización Internacional para las Migraciones), el 3,6% de la población mundial migró.
Parece poco, pero pensemos que son 281 millones de personas reasentándose, de las cuales 164 millones son trabajadores que se van a otro país a buscar un futuro diferente.
Cifras que hace tan sólo veinte años eran la mitad.
Según señala ONU, son 200 millones de hombres y mujeres migrantes que envían dinero a sus más de 800 millones de familiares en sus países de origen, un efecto que aumentó tras la pandemia y que significan más de 700 millones de dólares.
India, China, México, Filipinas y Egipto son los primeros cinco países receptores de remesas, pero también Pakistán, Francia, Bangladesh, Alemania y Nigeria, integran el ranking de los destinatarios.
Esto es un ejemplo de los grandes cambios que se avecinan en los modos de producción, en el empleo y en el ocio, más de lo que imaginamos; esto va a hacer necesaria una reconfiguración territorial de los países para integrar estas dinámicas globales.
De qué vamos a vivir dentro de 10, 20, 50 años, es la pregunta que propone hacernos un estudioso del desarrollo territorial, Fabio Quetlas, para poder pensar cómo debemos organizar los espacios en las ciudades y abrazar los cambios que ya están entre nosotros.
El autor del libro “Qué es el desarrollo local” lo llama relación virtuosa entre territorio, economía y política.
Así es que la planificación urbana encontraría en el Parque Industrial, un necesario y salvador ordenador.
Una solución tangible
Los Estados los ven como una ayuda para generar espacios que cumplan con los requisitos de un buen desenvolvimiento de la actividad económica.
A la vez, el ordenamiento permite una razonable dinámica de nuestro hábitat.
En el mundo, cada vez más se instala el Parque como “integrador urbano” porque es empleo de calidad, política pública, desarrollo social, arraigo de las nuevas generaciones y sustentabilidad.
En el mundo, podemos mencionar qué están haciendo cuatro países, muy diversos entre sí, como ejemplo del alcance que reconocen en los Parques Industriales para la organización territorial y socio-económica: Etiopía y Pakistán acordaron desarrollar parques con una inversión de 100 millones de dólares y ya están planificando “El Parque de la Amistad”; México lidera el desarrollo de Parques Industriales en América Latina.
Acaban de anunciar una inversión público-privada de 800 mil millones de pesos mexicanos (algo menos de 19 mil millones de dólares) para nuevos proyectos.
Y ofrece incentivos fiscales atractivos; China planea tener construidas más de 2,9 millones de estaciones 5G en áreas rurales y parques industriales, y Vietnam está desarrollando Parques Industriales según un modelo ecológico.
Detrás de muchas iniciativas está UNIDO, la propuesta de la Organización de las Naciones Unidas enfocada en el desarrollo de la industria, con diferentes programas alineados a los objetivos 2030.
Entre estas figura la Plataforma Parques Industriales, que sirve como centro de recursos y punto de referencia para los agrupamientos (zonas económicas especiales, parques eco industriales, distritos industriales, agro parques, corredores, parque científico y tecnológico, etc.), con la misión de promover conexiones, información, capacitación y promoción.
Argentina no está ajena a valorar la herramienta y también viene sumando esfuerzos del Estado nacional y de los provinciales, más allá de divergencias partidarias, para financiar el desarrollo de Parques.
Pero distintos sectores reclaman más accesibilidad al financiamiento público-privado, para mejorar tanto los servicios de esta infraestructura productiva vital como, en especial, las PYMES, que deberían relocalizarse en los mismos.
Volviendo a citar a Quetlas, recordemos que “el Parque Industrial no sólo es un lugar donde se radica la empresa, sino que, cuando hay crisis, la tasa de sobrevida dentro del mismo es mayor, y cuando hay expansión, la tasa de crecimiento es mayor”.