La 31ª Conferencia Industrial de la Unión Industrial Argentina (UIA) reunió a más de 1.400 participantes de todo el país, convirtiéndose en una de las ediciones más concurridas de los últimos años. Empresarios, gobernadores, funcionarios nacionales, sindicalistas y referentes del sector productivo se dieron cita en una jornada atravesada por un mensaje común: la industria es protagonista del desarrollo argentino y del futuro productivo del país.
También participaron cámaras sectoriales, representantes de parques industriales y delegaciones provinciales provenientes de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza, Neuquén, San Juan y otras regiones industriales del país.
Apertura: Martín Cabrales y un “punto de inflexión” para el país

El presidente de la Conferencia y de Cabrales S.A., Martín Cabrales, abrió el encuentro con un mensaje contundente: “Vivimos un momento bisagra en la Argentina. Estamos en un punto de inflexión y la industria es parte activa de la transformación”.
También destacó el impacto social del sector productivo: “Cuando una industria se abre en cualquier lugar del país, cambia todo el entramado social: hay escuelas, clubes, caminos, infraestructura… mejora la calidad de vida de la gente”.
Luis Caputo: orden macroeconómico y proyecciones ambiciosas

Uno de los momentos más esperados fue la exposición del ministro de Economía, Luis Caputo, quien aseguró que “hay un cambio macroeconómico profundo por decisión política” y presentó estimaciones optimistas para los próximos años.
“En muy pocos años vamos a tener una balanza energética y minera al menos el doble de lo que hoy representa el agro. Para 2030/2031 estimamos un superávit de entre 48.000 y 57.000 millones de dólares”, afirmó.
Caputo buscó transmitir confianza al sector productivo: “Ahora estamos haciendo las cosas bien, entonces las cosas van a salir bien. Los invito a creer, a confiar y a sumarse: Argentina va a ser el país que más va a crecer por los próximos 30 años”.
El discurso central: Martín Rappallini y la visión industrial
El presidente de la UIA, Martín Rappallini, cerró trazando una hoja de ruta para la industria en un contexto económico desafiante. Afirmó que “la industria tradicional en la Argentina tiene futuro” y que la riqueza del país “no depende solo de los recursos naturales, sino de la capacidad de nuestras empresas y trabajadores para transformar materias primas y talento en valor agregado”.
También resaltó el rol del Nuevo Contrato Productivo, al que definió como “un compromiso de trabajadores, empresarios y Estado, una agenda centrada en la competitividad sistémica, la eficiencia y la excelencia”.
Rappallini sostuvo que no hay desarrollo federal sin industria, porque cada fábrica genera empleo, arraigo y estructura social en las provincias. En esa línea, destacó que la Argentina cuenta con una estructura productiva diversa —agroindustria, energía, metalmecánica, automotriz, forestoindustria, software, farma, construcción— con capacidad de expansión si las condiciones acompañan.

El dirigente remarcó que la sociedad argentina exige productos competitivos globalmente, un objetivo que requiere enfrentar el costo argentino y construir competitividad de manera conjunta. “La industria compite todos los días con el mundo; no pide privilegios, pide igualdad de condiciones. Necesitamos nivelar la cancha y eliminar la mochila de piedras que encarece cada proceso”, afirmó.
Para ello, identificó cinco pilares esenciales: financiamiento, impuestos, trabajo, educación técnica e infraestructura, que consideró “la plataforma real del desarrollo”.
Rappallini subrayó además que las reformas estructurales son urgentes y no ideológicas. Tanto las reformas impositivas como laborales —dijo— son instrumentos necesarios para recuperar inversión y empleo en una economía que ya modificó precios relativos y reglas de funcionamiento.
También advirtió sobre el costo de la transición económica. Si bien valoró la estabilización macro, alertó sobre la fuerte caída de actividad, las tasas muy elevadas y el freno productivo: “La industria quiere ser parte de un país normal, pero necesita medidas urgentes para reactivar la economía”.
En el plano internacional, alertó sobre la presión creciente de China, que concentra más del 50% de la producción industrial global y desplaza cadenas de valor mediante subsidios y dumping. Señaló que el mundo ya reaccionó y que Argentina “no puede quedar rezagada si pretende defender su futuro productivo”.
Rappallini cerró con un mensaje que sintetizó el espíritu industrial del evento: “Producir no es solo hacer: es creer en el país y apostar por su futuro”.
Paolo Rocca: política industrial con visión de largo plazo

El presidente y CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca, remarcó la necesidad de retomar una estrategia industrial activa: “Implica identificar sectores estratégicos, áreas que debemos defender y espacios donde promover la transformación, siempre con una mirada de largo plazo”.
Su intervención generó especial interés en un auditorio que espera reglas claras y políticas sostenidas.
Diego Santilli: la industria como eje estratégico nacional

El ministro del Interior, Diego Santilli, reforzó el peso del sector productivo en la matriz argentina:
“La industria es central en el pasado, el presente y el futuro del país”.
Y planteó una señal a los empresarios: “No vamos a crecer si ustedes no crecen… necesitamos que cada uno de ustedes facture más y gane plata para ser sostenibles y sustentables”.
Competitividad sistémica: desafíos tributarios, laborales y logísticos

La conferencia incluyó paneles sobre competitividad, infraestructura, logística e institucionalidad. Allí se discutieron reformas clave para reducir el costo argentino y mejorar la competitividad sistémica.
En ese contexto, Luis Galli, CEO del Grupo Newsan, sintetizó un diagnóstico que resonó en múltiples mesas: “Tenemos que desaprender del pasado… ya no podemos esconder ineficiencia detrás de la inflación. Debemos reconvertirnos para competir con el mundo que viene”.
Cierre: una señal hacia el futuro
En la clausura, Cabrales destacó la participación récord y el rol de las nuevas generaciones: “Los más de 100 jóvenes de UIA Joven muestran que la industria tiene futuro, y por ende, nuestra amada Nación también tiene un gran futuro”.
La 31ª Conferencia Industrial dejó en claro que la industria argentina atraviesa un momento decisivo. Con diagnósticos coincidentes y miradas convergentes, el sector productivo reclamó reglas claras, estabilidad macroeconómica y consensos duraderos para desplegar su potencial.
El mensaje final fue unánime: el futuro se produce hoy, y la industria quiere —y ya es— protagonista del camino hacia el desarrollo.
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