El padre de Martín Urionagüena fundó el Parque Industrial Tigre con la empresa forestal Urionagüena Hermanos e Hijos, radicada en 1974.
Martín Urionagüena, músico profesional, habló sobre el Parque Industrial que preside y su funcionamiento.
Destacó que “la clave para que ande bien es estar unidos”, y, además, agregó que “si bien somos empresas individuales con manejos propios, todos necesitamos los servicios y el funcionamiento de la zona“.
Por otra parte, explicó las características de su empresa, que se dedica a la forestación. Aclaró que “nuestra operación es muy simple, en el sentido de que somos el primer eslabón de la cadena productiva maderera.”
Una parte de la entrevista se dedicó a su perfil como músico profesional y a su trayectoria en este ámbito. Mencionó un proyecto reciente que realizó junto a grandes músicos, como el hijo de Atahualpa Yupanqui, y Ricardo Mollo, de Divididos.
Se trata de una canción titulada “Canción para Nenette”. Explicó que la idea surgió como un homenaje a Doña Nenette, pareja de Atahualpa Yupanqui. “Era la genia detrás del genio”, dijo Martín.
El diálogo completo que Martín Urionagüena, presidente del Parque Industrial Tigre, mantuvo con Conexión Parques fue el siguiente:
CP: –¿Cuál es tu empresa que está radicada en el Parque Industrial Tigre? ¿Qué está pasando en el sector forestal argentino en esta coyuntura? ¿Cómo están pudiendo trabajar?
MU: -Nuestra empresa es Urionagüena Hermanos e Hijos, y estamos en el parque desde el año 1974. Fue la primera empresa que dio el puntapié inicial a lo que hoy es el Parque Industrial Tigre, así que somos la empresa fundadora. De hecho, mi padre fue quien formó, junto a los representantes de las pocas empresas que había, el germen de lo que fue la Comisión Directiva, que era un grupo de vecinos tratando de ayudarse entre sí en una zona inhóspita y sin servicios, como era en aquel entonces. Y esto, hoy en día, es la Asociación Civil Parque Industrial Tigre. Con respecto a la forestación, nosotros nos dedicamos a eso. Es un negocio a largo plazo que tiene muchos menos serruchos, vaivenes en sus ciclos, con lo cual, el tema de la previsibilidad es una preocupación un tanto menor, comparándonos con otros rubros. Argentina tiene un problema con la forestación a nivel macro por la falta de inversión, que es un problema generalizado multirubro. Pero no podemos decir que sea una actividad complicada.
CP: –¿Cómo es hoy el Parque Industrial Tigre?
MU: -Lo primero que tenemos que aclarar, es que es un parque privado pero abierto. En la práctica, vendría a ser una zona industrial. Tenemos el status de parque industrial, otorgado por ordenanza a nivel municipal. Y, con suerte, muy en breve estaremos obteniendo el decreto provincial como parque industrial. Es un trámite que ya lo llevamos hace muchos años, lleva su tiempo, pero ya estamos en la etapa final. En lo que resta del año, seguramente, vamos a poder tenerlo.
CP: –¿Cuál es la clave para que, en un Parque Industrial, sobre todo consolidado y con tantas empresas radicadas, tenga funcione realmente bien?
MU: -La clave para que funcione bien es estar unidos. La unión hace la fuerza, sobre todo en un parque con configuración como la nuestra, el cual no nació de la forma más conocida. Al ser una zona industrial y cada parcela tener su propietario en particular, lo que hacemos desde la Asociación Parque Industrial Tigre, manejar todos los asuntos en común que nos relacionan con el municipio, con las provincias, con las empresas de servicio, con los organismos de crédito, etc. El secreto es ese, estar unidos. Si bien somos empresas individuales con manejos propios, todos necesitamos los servicios y el funcionamiento de la zona. Es un poco como debería pensarse un país también.
CP: –¿Cómo es la operación puntual de ustedes, de su empresa, dentro del parque? ¿Cómo funciona una empresa dedicada a la forestación?
MU: -Nosotros estamos arriba de dos hectáreas y media en el Parque Industrial de Tigre. Nuestra operación es muy simple, en el sentido de que somos el primer eslabón de la cadena productiva maderera. Nosotros plantamos, por ejemplo, un álamo y lo esperamos 14, 15, 16 años que alcance su turno de corte. Luego, cortamos los troncos en un largo determinado, lo traemos a Tigre y lo aserramos en tablones, los cuales se estacionan para secado natural. Cuando alcanzan la humedad requerida, se venden al por mayor a los distintos siguientes ciclos de producción de la madera. Es un proceso simple, y es el primer eslabón de la cadena. El transporte del tronco en bruto es extremadamente flete dependiente, y tenemos que considerar que estamos transportando mucha agua y aire, al transportar troncos por 300 kilómetros, lo cual es algo que estamos a punto de cambiar. Estamos pensando en instalar el aserradero al pie del monte, allá en el área de Junín.
CP: –¿Cómo surgió el proyecto de “Canción para Nenette”?
MU: -Hace ya muchas décadas que soy músico profesional. He pasado por muchas bandas, he tocado internacionalmente, incluso como baterista. También soy productor. He tocado para Brian Ray, que es el guitarrista de Paul McCartney. Y también trabajo organizando la logística de los eventos de Ringo Starr. Con el bajista Diego Castelli de una de las bandas de las que formé parte en los años 2000, llamada Mar, siempre tuvimos ganas de hacer algo por nuestra cuenta, y queríamos hacer algo que no tuviera tanto que ver con el rock o el rock pesado que era lo que hacíamos con aquella banda. Esto lo até con una pasión muy importante que tengo por el universo artístico de Atahualpa Yupanqui, algo que heredé de mi padre, fundador del Parque Industrial Tigre. Entonces, quisimos hacer un homenaje y darle vida a la historia de Doña Nenette, que era la compañera de vida de Atahualpa. Era la genia detrás del genio, porque componía los grandes éxitos como “El Arriero”, “Luna Tucumana”. Le ponía la música a los versos que escribía Atahualpa. Pero con el gobierno militar y la sociedad machista, no estaba bien visto que una mujer firmara una obra, y mucho menos que después tenga éxito. Entonces, ella se escondía detrás de un seudónimo masculino, Pablo del Cerro. Todas las obras compuestas por Nenette, están firmadas por Atahualpa y Pablo del Cerro. Nosotros quisimos componer “Canción para Nenette” como un homenaje hacia ella, a la cual se sumó el mismísimo hijo de la pareja de Atahualpa y Nenette, tocando la guitarra de su padre. También participó Ricardo Mollo, de Divididos. Todo eso lo mezclamos en el estudio Abbey Road en Londres. Todo esto lo pueden ver en www.monoblok.ar