El intendente de 3 Arroyos, Carlos Sánchez, va por el quinto mandato y contó el secreto del crecimiento del Parque Industrial y del desarrollo urbano.
El texto completo de la entrevista que le hizo Lía Ghelfi en AM1220 el jueves 23 de junio.
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CP: -¿Cuál es la clave para el crecimiento y la continuidad que tuvo el municipio?
Carlos Sánchez: – Ahora ya estamos cumpliendo gran parte del quinto mandato. Creo que los secretos de la mayoría de las cosas son dos: el trabajo permanente y la perseverancia, es decir, seguir con los objetivos que se plantean. Las cosas en este país no son fáciles de lograr, y cuando se plantean objetivos difíciles, se requiere de muchísima perseverancia. Creo que el secreto en lo que nosotros hemos hecho con el Parque Industrial de Tres Arroyos está en la perseverancia. Tener la idea de que un Parque Industrial primero ordena territorialmente la localidad en lo que hace a la distribución de sus fábricas, emprendimientos, etc. Al estar ordenado y en conjunto, se facilitan muchas cosas ya que están en un área donde tienen servicios, la electricidad, el gas, pavimentos, y algún beneficio económico también, que no son siempre los más importantes, porque las empresas cuando pueden trabajar bien, la rentabilidad la van creando ellos, y ellos mismos pueden hacer mejoras. Por lo pronto, tampoco necesita el Estado darles tanto. Para mí, a las empresas hay que dejarlas trabajar libremente para que se desarrollen y crezcan. A mí me tocó trabajar con un Parque Industrial que tenía 14 empresas, y hoy ya estamos con 85. Lo importante, también, es que las empresas se sientan acompañadas. Nosotros, como municipio, hemos creado un consorcio de empresas, en el que permanentemente nos estamos reuniendo con todas las empresas, y vemos las prioridades y necesidades. Ahora, por ejemplo, estamos haciendo, con un subsidio, la ampliación de la parte energética. Ya hicimos dos ampliaciones mediante fideicomisos. En la última ampliación de 28 hectáreas, se está poniendo la electricidad, y se han vendido casi todos los lotes. Ahí, estamos haciendo también, una avenida pavimentada de dos manos, donde entran los empresarios, los industriales, los camiones, las empresas, los empleados, etc. Ahora va a tener dos entradas, una que sale directo a la ciudad y una a la ruta 3, que nos lleva, de un lado, a 200km al puerto de Bahía Blanca, y, al otro, tomamos la 228 que nos lleva al puerto de Quequén en Necochea, que remarcamos siempre porque facilita mucho la exportación. Hoy, uno de los proyectos con un objetivo importante es que, nosotros tenemos, a 3km del Parque Industrial, la vía del ferrocarril que pasa para Bahía Blanca. Estamos ahí gestionando, poder hacer esos 2800 metros de vías para que puedan salir del corazón de nuestro Parque Industrial, hacia Bahía Blanca nuestras producciones que se exportan. Llegar a Bahía Blanca nos significa tener salida al Atlántico y, también, al Pacífico por el ferrocarril interoceánico que se está terminando ya. Eso nos va a permitir poder sacar la producción por ferrocarril al océano Pacífico y Atlántico.
CP: -Las empresas que se han ido radicando en el Parque Industrial a lo largo de estos últimos (casi) 30 años, ¿son empresas que se relocalizaron del municipio o empresas que estaban radicadas en otros municipios y se han sentido atraídas por todos los beneficios?
Carlos Sánchez: -Hay de todo. Hay un 60% que han sido relocalizadas, es decir, que estaban en un lugar ya muy urbanizado y se mudaron al Parque Industrial. Pero, también, hay un 40% que son empresas que han venido, algunas del Conurbano. Principalmente, les atrajo mucho la seguridad del parque. Además, las del Conurbano tienen una desventaja que son los Fletes, porque se encuentran a unos 30km del puerto, y acá están a unos 500km, pero, para ellos, ha sido más importante la seguridad que la logística. Muchas fábricas han sido gente que vino a veranear a nuestras playas y, al ver nuestro parque, se entusiasmaron y trajeron sus fábricas para acá. Después hay otras nuevas, que son algunos empresarios que empezaron con mini emprendimientos y que han ido creciendo.
CP: –En la balanza de la migración de la gente, ¿cómo resultó y cómo es la situación de los Recursos Humanos disponibles? ¿Están todas las vacantes cubiertas? ¿Hay más oportunidades para gente que quiera trabajar en Tres Arroyos por ejemplo?
Carlos Sánchez: -No te diría que hay faltantes de vacantes por tema de capacitación. En eso estamos trabajando muchísimo porque es un problema nacional que se dio por el rápido avance de la tecnología. En esa línea, nuestros objetivos más fuertes han sido la educación y la producción. Nosotros, prioritariamente, éramos, y somos todavía, un distrito que tiene mucha agricultura y ganadería. Del total de la producción de granos que tenemos en nuestro distrito, al 50% se le da valor agregado, aquí, en nuestro Parque Industrial con las fábricas que tenemos. Es muy importante ese 50% del valor agregado que le damos a nuestra producción. Creo que casi un ideal, que muchas veces se ha ido a nivel nacional, sería no exportar tanto la materia prima como sale de nuestros campos y poder elaborarla nosotros. Nosotros estamos elaborando un 50%, que nos da una tranquilidad porque eso, nos está dando un valor agregado, que nos da, por un lado, un valor económico y, que también lleva a los trabajadores a tener su trabajo. Nosotros creamos, a partir del 2005, estudios universitarios. Traemos distintas carreras de distintas universidades. Hoy tenemos 1200, 1300 alumnos haciendo distintas carreras. Eso nos cambió la vida, porque estuvimos mucho tiempo estancados en la cantidad de habitantes. Al segundo o tercer año después de que empezamos con estos estudios universitarios, empezamos a ver cómo crecía la población. Ahora, muchos jóvenes no se van, se quedan acá, y, además, están viniendo otros chicos a estudiar acá y toman trabajos en nuestros parques. Eso lo estamos complementando ahora con un polo educativo, donde va una escuela secundaria o el centro de formación profesional para la primera línea de capacitación de trabajo para distintos oficios. Después, tenemos la escuela técnica, y, también, estamos haciendo carreras como la de mantenimiento industrial para que puedan entrar a trabajar a distintas fábricas del Parque Industrial.
CP: -¿Qué pasa cuando hablamos de tener una política de Estado en un sistema donde haya alternancia de partidos, de gobernantes? ¿Es posible? ¿Cómo podríamos hacerlo a lo largo del país?
Carlos Sánchez: -Yo creo que es posible, siempre y cuando, los plazos tengan esa conciencia de esas políticas de Estado, y que se puedan continuar. Lo peor que nos puede pasar es plantear un objetivo y tener que cambiarlo cada 4 años, porque así no llegamos nunca a cumplir ningún objetivo. Nosotros hemos tenido la suerte de que la población nos acompañó. Tener todos estos años el mismo objetivo con la misma política de Estado. Hay distritos en la provincia de Buenos Aires que han tenido cambios de partidos políticos que han seguido con las políticas de Estado. Y esos son los distritos que hoy en día se ven bien, funcionando con un orden importante. Hay otros municipios que las alternancias no hay dejado cumplir los objetivos. Las políticas de Estado son las que tienen que seguir. Son objetivos importantes que no deberían estar cambiándose. Cuestiones como lo producción, el trabajo, la educación, tienen que tener su política de Estado y seguirla a través del tiempo, con los cambios que puede tener la tecnología, cambios mundiales. Sus objetivos creo que no se pueden cambiar demasiado.
CP: -¿Qué disponibilidad de tierra tienen aún vacante como para comercializar? ¿Qué monto debería estar pensando una empresa en cuanto a inversión para radicarse en el Parque?
Carlos Sánchez: -Lotes no quedan muchos. Nosotros venimos de un sector de servicio, donde ahí van, justamente, empresas que hacen servicios, si no, antes eran más que nada industrias. Un pedacito de nuestro Parque puede tener empresas de servicio. Acabamos de vender el último lote hace 10/15 días. En la parte industrial, deben estar quedando 15/20 lotes. Los lotes, en lo que referencia al precio, no son caros. Estamos hablando de, alrededor, 8 dólares el metro cuadrado. Son lotes de 1500/2000 metros cuadrados, algunos de 3000. Esos no están quedando demasiados tampoco. Hay mucho interés, la verdad. Este último año, a pesar de la pandemia, se han vendido los lotes de la última ampliación que es lo último que nos queda con una fluidez muy importante
CP: -¿Alguna frase final sobre cómo imagina de acá a 30 años Tres Arroyos?
Carlos Sánchez: -Si dejo volar mi imaginación, quisiera que mi distrito, mi pueblo, tenga todos los servicios, por ejemplo, agua corriente, cloacas, de lo cual no estamos lejos, salvo de algunas localidades que todavía nos falta. Después, también lo ideal sería que las calles estén asfaltadas, que estén bien iluminadas, de lo cual tampoco estamos tan lejos. Lo que está teniendo hoy Tres Arroyos es un crecimiento en loteos que antes no había. Hoy en día, hay loteos cerrados, semicerrados, abiertos, lo cual nos dio un camino de cintura que hicimos que fue estratégico. A partir de ese camino de cintura, se ampliaron, crecieron, aparecieron los loteros, donde se están haciendo muy buenas edificaciones, de una calidad y tamaño importante.